lunes, 20 de mayo de 2013

¿Por qué decir sí a la reforma educativa?

Es costoso, presentar una innovación, y puedo hablarles con propiedad. Lo nuevo siempre genera críticas y aplausos, y generalmente, más de lo primero.

Por el solo hecho de ir contra lo que ya hay, contra el statu quo. Es bueno que nuestros legisladores se esmeren proponiendo leyes, llevando al debate.

Esto es gloria para la democracia.  Y también gloria, que se haya propuesto en democracia, y no impuesta por una dictadura.
 
Hemos leído, la mayoría de los involucrados en materia educativa, detalladamente la reforma de ley, de la llamada reforma educativa y quisiera hacer, con el permiso de ustedes, algunas consideraciones:
 
·    La disidencia ha venido publicando en la prensa, dando titulares donde se afirma, que es una reforma de ley que “lesiona” la estabilidad laboral. Tal aseveración escapa absolutamente a la realidad, o al menos, de lo que puede desprenderse del texto de ley en cuestión. De ningún modo, lesiona la estabilidad laboral, ya que para que esto suceda, es necesario reconocer que habrá despidos masivos de excelentes, buenos y malos trabajadores de la educación al servicio del estado; en todo país, la estabilidad laboral se necesita. Se busca el beneficio de ambas partes, trabajador y empleador. 
 
·      Con mucho agrado, sabemos que la llamada reforma educativa reconoce el rango constitucional de la norma laboral que se ha modificado; sin duda, los y las maestras de México reconocemos que lo que no se evalúa no se puede mejorar; demostrando desde el inicio una gran virtud de respeto por la ley madre.
 
·      En nuestro país, pareciera que no podemos erradicar el paternalismo del gobierno y pareciera además que si bien es cierto, los principios de nuestra Carta Magna siempre favorecerán a la parte más débil, es decir a los trabajadores, la modificación es muy útil porque empodera el valor de los y las niñas, así como de los y las jóvenes estudiantes y su derecho a la educación de calidad, que nada culpa tienen de la realidad del trabajo, en que se desempeña un docente.
 
·      Sin duda, tenemos muchos excelentes Maestros, algunos buenos y otros no tan buenos, pero que además de no ser tan buenos, con un dejo de ironía alardean de que nada les pasará y que la autoridad educativa, llámense Directores de escuela, Supervisores y/o Jefes de Sector, nada pueden hacer para hacerles un llamado de atención, o pedirles que cumplan con sus obligaciones; ese tipo de compañero es quien se ha encargado de denigrar la labor de los verdaderos maestros.
 
·      Hay quienes dicen que el SNTE es el culpable de esta situación y en lo particular difiero. Y lo hago porque, insisto, el SNTE no es quien lleva la rectoría de la educación. El rezago educativo no está estructurado únicamente en el trabajo del docente; sino del mismo sistema; un sistema corrupto que ha agotado los mecanismos de toma de decisiones y hartazgo de los padres de familia, y la sociedad en general, porque lo más peor que le podía pasar a un docente, era cambiarlo de centro de adscripción, cuando tenía alguna dificultad de maltrato u otras cosas. Otra cuestión es el “miedo” de directivos por aplicar el reglamento de trabajo y que le cierren su respectivo centro de trabajo.
 
·      Sin duda, la mayor preocupación es la corrupción del propio sistema. Conforme se han venido aclarando algunas disposiciones a la ley reglamentaria y con base en la convicción del trabajo realizado por los y las diputadas de Nueva Alianza y otros partidos en la defensa de los derechos adquiridos por los trabajadores de la educación, han dado certidumbre laboral y convicción de mejorar los procesos didácticos.
 
Compañeros trabajadores de la educación, tengan la plena certeza que el SNTE continuará su defensa por la escuela pública, la visita del Mtro. Juan Díaz de la Torre a Sonora nos da la certeza de que hay Sindicato Nacional y que consideremos además que la tarea se está realizando.
 “Si la ley no es clara, y no tiene como base la verdad, no aspira a la justicia; y una ley que no aspira a la justicia, es un yugo de muerte para el desarrollo de los pueblos”
 
Profr. Iván Jossué Campas Robles
Consejal Nacional del SNTE
ivankmpas@hotmail.com

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