lunes, 20 de mayo de 2013

La importancia de las tecnologías de la información y la comunicación en la educación

“Quien se atreve a enseñar, nunca debe dejar de aprender.” John Cotton Dana.
 
No cabe duda que vivimos en una sociedad hasta cierto punto  inmersa en el desarrollo tecnológico, donde el avance de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han cambiando nuestra forma de vida, impactando en muchas áreas del conocimiento, pero a que a su vez, puede ser factible de adicción cuando no es utilizada racionalmente.
En la educación, el uso de las TIC ha demostrado que puede ser de gran apoyo tanto para los docentes, como para los estudiantes. La implementación de la tecnología en la educación debe verse sólo como una herramienta de apoyo, ya que no viene a sustituir al maestro, sino pretende ayudarlo para que el estudiante tenga más elementos (visuales, auditivos e interactivos) para enriquecer el proceso de desarrollo de competencias.
En este sentido, debemos ser conscientes de que las citadas tecnologías pueden ser utilizadas para atender diferentes estilos de aprendizaje, a fin de que los alumnos se sientan beneficiados y, lo más importante, atendidos por sus profesores, porque entonces las clases que solo se fundamentaban en un discurso pueden enriquecerse con imágenes, audio, videos, y una gama infinita de elementos multimedia.
Sin embargo, es necesario que los docentes, todos,  se capaciten para lograr desarrollar sus propias competencias, en  el manejo de tecnologías educativas en el aula y administración de plataformas educativas, lo que permite disminuir la monotonía del trabajo en el aula de clase, cuando no hay una planificación didáctica, acorde a los intereses y necesidades de aprendizaje de los alumnos, ya que en ocasiones por falta de tiempo, interés, capacidad o motivación, no utilizan o subutilizan los medios tecnológicos con que se cuentan en la escuela, desaprovechando una herramienta multimedia que sí utilizan algunos estudiantes, que nos rebasan en el empleo de ésta.
En la práctica, las TIC’s,  han sido tomadas ya como parte de la práctica diaria, pues algunos alumnos refieren que los profesores hacen uso de ellas pero sin tener un plan pedagógico que las sustente, ya que éstas son utilizadas como un medio y nada más, pero sin un objetivo claro.
En lo personal,  he observado como algunas veces en las aulas de medios de las escuelas se utilizan como una forma de perder el tiempo y esa hora de computación, la más esperada de los alumnos en la semana, parece durar 10 minutos para algunos compañeros. Sin embargo, los Programas 2009 de la RIEB proponen y promueven la investigación en diferentes fuentes, sean bibliográficas, hemerotecas, videotecas, software educativos o páginas web, por lo que el uso de éstas cobran un especial énfasis.
El uso de las Enciclomedias donde manejan recursos como el Clic, Encarta, videos, visitas interactivas a museos o sitios arqueológicos, juegos interactivos y demás, cuando hay un aprendizaje esperado claro, han permitido mejorar los procesos de desarrollo de competencias. Asimismo, el Programa  de Tecnologías Educativas y de la Información, que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), pusieron en marcha, y el cual dotará de computadoras personales a maestras y maestros de educación básica. (http://www.sep.gob.mx/wb/sep1/bol2130809), que aunque no se ha cristalizado, va a permitir que el docente no dependa de esperar a estar en el aula de medios o en su salón de clases, para revisar las actividades interactivas a desarrollar en su planificación didáctica, ya que lo podrá realizar en el sitio que él quiera, por lo que habría que ver el impacto y que éstas cumplan con su propósito fundamental, que es fortalecer las competencias digitales docentes.
Otro de los aspectos sobre el uso de las TIC’s que no es conveniente minimizar,  es la adicción al internet que puede generar retraso en nuestra práctica docente, lo cual es un verdadero riesgo, que no debemos descuidar, ya que según Echeburúa y Corral (1994) cualquier conducta normal placentera es susceptible de convertirse en un comportamiento adictivo. Se podrían hacer usos anormales de una conducta en función de la intensidad, de la frecuencia o de la cantidad de dinero invertida y, en último término, en función del grado de interferencia en las relaciones familiares, sociales y laborales de las personas implicadas. Los componentes fundamentales de los trastornos adictivos serían la pérdida de control y la dependencia. Por otro lado, Griffiths (1997) señala la existencia de lo que él llama "adicciones tecnológicas", que se definen como adicciones no químicas que involucran la interacción hombre-máquina. Estas pueden ser pasivas, como la televisión, o activas (como los juegos de ordenador o Internet). Esta sería una modalidad de las adicciones psicológicas o conductuales, que a su vez incluiría a la adicción a Internet.
Internet se introduce poco a poco en nuestra vida, y las previsiones es que su presencia sea cada día mayor. Es, por tanto, necesario que nos anticipemos y conozcamos sobre como Internet puede tener un impacto negativo en nuestro bienestar psicológico, no sólo desde el punto de vista de la adicción, sino también de los cambios personales y sociales que puede traernos la llegada del mundo virtual. Por eso hay que utilizarlo racionalmente en la escuela y en la vida diaria, atendiendo un propósito bien definido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario